¿Te sientes cansada o cansado durante el día? ¿No puedes conciliar el sueño? ¿Te despiertas a menudo por la noche? Estos son algunos de los problemas con los que nos podemos encontrar cuando no tenemos una buena higiene del sueño o unos buenos hábitos nocturnos. Con estos 5 hábitos saludables para la noche ayudarás a que mejore la calidad de tu descanso y te despertarás con el doble de energía.
Cena temprano y ligero. Todos conocemos el dicho “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo”. Uno de los hábitos saludables para la noche más importantes que consiste en cenar por lo menos 2 horas antes de acostarte y hacerlo de forma ligera. Si sueles llegar a la hora de la cena con hambre voraz prueba a introducir un snack saludable a media tarde que contenga hidratos de carbono y proteína.
Aprende a desconectar. Una vez terminada tu jornada laboral tienes que ser capaz de cambiar el chip para poder relajarte. Dar un paseo, hacer ejercicio, hablar con tus amigos, meditar, etc. pueden ayudarte a desconectar y a relativizar tu carga de trabajo.
No entrenes muy tarde. Hacer deporte es imprescindible para mantener un cuerpo y una mente en forma, pero si lo haces muy tarde, puede que estés dañando la calidad de tu sueño y de tu descanso. Procura entrenar al menos 2 horas antes de acostarte, así evitarás que tu organismo esté demasiado activo y te impida tener un sueño reparador.
Apaga tus dispositivos electrónicos. Utilizar el móvil, la tablet o cualquier otro tipo de dispositivo electrónico antes de dormir es un mal hábito que interfiere con el descanso. Esto se debe a que la luz azul que emiten sus pantallas estimula el cerebro, alterando los ciclos del sueño y pudiendo en algunos casos provocar insomnio. Por eso, los expertos recomiendan evitar su uso durante las dos horas previas al sueño.
Acuéstate siempre a la misma hora. Otro de los hábitos saludables para la noche que te recomendamos es establecer una rutina que te permita acostarte y levantarte siempre a una hora similar. Esto ayuda a regular los ritmos de tu cuerpo y a asociar ciertos horarios con una menor activación fisiológica.