“Simplemente quería agradeceros todo lo que habéis hecho por mí. Llegué a Equilibrium con la espalda hecha un cuadro, muy descolocado, con muy poco control sobre mi cuerpo… además de recibirme con los brazos abiertos me habéis cambiado no solo mi forma y salud físicas sino la forma de esquiar, la forma en que controlo mi cuerpo y el conocimiento que he adquirido sobre mi físico y sobre mis sensaciones.
Me habéis hecho mejorar como deportista, como persona incluso y como esquiador. Agradeceros muchísimo el trabajo que hacéis y espero que sigamos haciéndolo muchos años y que nos siga trayendo éxitos como hasta ahora”.